Nos entramos en esta colmena fantástica los zánganos, y de nuestras deliciosas montas con la Abeja Reina nacen estos pollos, pobrecitos habladores.
miércoles, 26 de octubre de 2016
NO SOY COLÓN
Yo, señor, no soy Cristóbal Colón, ni lo fui nunca, aunque no me faltarían motivos para serlo. Nací a escasos metros del mar que siempre, quiérase o no, supone una ventaja respecto de otros aspirantes que vieron su primera luz en áridos y recónditos lugares, ubicados Dios sabe dónde. Mi primera aventura destacable llegó acabados de cumplir los tres años. Mi madre disponía siempre de un barreño de porcelana en el que, amén de colocar a remojo la ropa sucia, solía meterme de vez en cuando con el fin de quitarme las cascarrias que yo solía acumular poco a poco, y desde el mismo momento en que ponía el pie en el suelo. Lo que mi madre no sabía era que yo, algunas veces, me acercaba hasta el barreño sin que ella se diera cuenta y me dedicaba a poner en disposición de partida, allende los mares, unos barquitos de color madera y ligero velamen, en los que montaba mi disparada imaginación. Algunos de los enormes temporales que se producían en el barreño, me alcanzaban de lleno, hasta el punto que llegaba a asustarme, de lo cual se daba cuenta enseguida mi madre, que venía corriendo y me regañaba casi siempre de la misma manera: "Como sigas tan travieso, este fin de semana no vamos a ir a casa de la tía Isabel", algo que se me hacía verdaderamente insoportable y echaba por tierra toda mi alegría y proyectos de futuro. Un día en el que me encontraba de mejor humor, decidí jugar fuerte y decirle a tía Isabel si estaría dispuesta a darme algún dinerillo para la hucha, pues necesitaba comprar más barcos e intentar nuevas aventuras en mi barreño, a lo que ella se negó con la excusa de que estaban en plena crisis y no le era posible complacerme, aunque valoraba muy positivamente la férrea decisión de conseguir históricas glorias para España, a mi pasatiempo acuático; animosas palabras que me llevarían a pedirle ayuda en nuevas ocasiones, pero bueno, esa ya sería otra parte de mi historia...
(Luis)
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