miércoles, 29 de abril de 2015


¿QUÉ DA SENTIDO A ESTO?

¿Rascarte la barriga en un bautizo?
¿Trotar en un caballo de cartón?
¿Cambiarte cada día de corbata?
¿Colgarle más cerezas a la luna?
¿Rezar a las palomas en el parque?

¿El hecho de poder tirar de la cadena cuando acabes?

(Luis)

viernes, 24 de abril de 2015


VENDO LETRAS

¡Vendo, vendo!

¡Mira, mira
mis letrillas de Altamira!

Llevo letras con faldones
que ni arrugan ni se manchan
ni necesitan más comas
que aquellas que no se planchan

Emes, emes... llevo emes

Emes que sirven de mesa,
jotas de ducha y bastón
dos os por la bicicleta
y unas erres pá un borrón

¡Vendo, vendo!

¡Mira, mira
mis letrillas de Altamira!

Tengo tes para hacer tangos,
y qus para troquelar,
eñes que hacen sombreritos
y unas uves pá volar

No te vayas sin la efe
si luces algún farol,
sin la be de borriquillo
ni esta ese para el sol

Letras, letras..., vendo letras

Letras
de las que escribió Machado,
Gómez Caja, la Carende
y hasta Moisés Coronado

Letras,
Letras,

¡Vendo letras!

¡Mira,mira
mis letrillas de Altamira!

(Luis)

jueves, 23 de abril de 2015

"NIÑO" POR CARMEN COBLES



Vidas inocentes, voces silenciadas.
Manos asesinas, niñas maltratadas.
¿Hacia dónde corrían desesperadas?
Para quitarse de qué.
Huían del mal hechor, que con ellas
comerciaban,
de la esclavitud que a su lado les esperaba.
Horizontes sin futuro. Flores de loto
Arrancadas de sus raíces a las primeras luces del alba.
¿Dónde ocultan a nuestras niñas?
Desesperadas las madres se preguntaban.
Todos callan, todos  duermen.
¡No hay quien de un grito de alarma!
El pueblo ahoga su rabia,
Ante una fuerza poderosa, y una ambición
descontrolada.


Carmen Cobles
1/04/2015

sábado, 18 de abril de 2015

Madre también es aquella...Laura

Madre también es ...

Madre también es aquella
que en su jardín ha sembrado,
aunque nunca recoja
el fruto de su almácigo.
Con lágrimas infinitas
la tierra va regando,
con gritos infértiles
al suelo ha abonado,
y semillas de esperanza
en su campo ha plantado,
pero jamás llega el tiempo
de recoger lo cultivado.
Apenas consigue cosechar
ramos de ausencias,
canastos de silencios,
manojos de dolor,
que sus manos vacías
con ilusión van juntando.
Almacena en sus brazos
racimos de besos, cantos,
pétalos de sueños, años,
miradas perdidas, llantos.
Huellas de un sembradío
que el invierno ha congelado
pero que cada primavera
vuelve a intentarlo.
Madre también es aquella
que con amor amargo
arrulla con dulzura
al hijo que su vientre
no le ha regalado.

Laura


miércoles, 15 de abril de 2015

TAL VEZ MEJOR ASÍ por Moisés.


A Leoncio le dijeron, que había tocado la primitiva en la peña, del trabajo, a la que pertenecía, cuando salió de la empresa, lleno de alegría, se fue a celebrarlo con los compañeros, en el bar, se bebieron algunas cervezas y a continuación se fue, muy contento para casa, lo estaban esperando para comer y cuando se sentaron todos alrededor de la mesa, les comunicó la buena noticia, la explosión de alegría fue inmensa, todos se miraban sin saber que decir y después de los primeros momentos de indecisión, comenzaron a pensar en lo que harían, con lo que les había tocado.
Ana, su mujer se haría una liposucción y algún retoque en la cara, también iría al gimnasio, con su entrenador particular, pues en su nuevo estatus tenía que lucir bien, Rosalía, su hija mayor, se trasladaría a Londres para estudiar en la universidad de Cambridge, tenía que estar a la altura de las nuevas amistades, su hijo Antonio, se compraría un Porsche Cayenne, para ir al instituto, quería provocar la envidia de todos sus compañeros y deslumbrar a sus compañeras, por último, Pedro, su hijo menor, preguntó que si cuando él tuviera edad, para ir a la universidad, quedaría dinero, porque quería ir al CEU Cardenal Herrera a estudiar economía, Leoncio, se limitaba a mirarlos y disfrutar del momento, sin embargo, ante tanta pretensión, se estaba abrumando, pues hasta ese momento su familia había sido, más bien, modesta.
Al día siguiente, fue al trabajo y en el tiempo del almuerzo, se acercó a los compañeros de la peña, para preguntar por lo que les había tocado y al verlos cabizbajos, sin la alegría del día anterior, tuvo un mal presentimiento, que le hizo prevenirse, para esperar malas noticias, se enteró que habían muchos acertantes en ese sorteo y el premio no era el que habían pensado en un principio, sino mucho menos, Leoncio volvió a su puesto de trabajo, cariacontecido, sin saber que hacer y sus pensamientos fueron divagando por la nada, recordó, una por una, las reacciones de su mujer y sus hijos, se acordó del agobio que le produjo tanta pretensión y con gesto picarón y sonriente, dijo en voz alta,- tal vez mejor así.



Moisés Coronado, Marzo de 2015.

LLEGÓ EL OTOÑO por Moisés


Esta mañana amaneció con niebla, hacía más fresco del habitual; en mi paseo diario, todo presagiaba que el Otoño estaba al caer, los erizos, animales nocturnos, comían castañas, glotonamente, al amanecer, como si se les terminara el tiempo para reunirse en su madriguera, e invernar, las ardillas, más trabajadoras que nunca, se afanaban en recoger, las pocas almendras que quedaban, bellotas, avellanas, piñas…. y trasladarlas a sus guaridas, para pasar el Invierno, las hormigas, acondicionaban sus hormigueros, sacando a la superficie todo lo que molestaba, porque sabían que iba a llover, los gorriones, días atrás juguetones y escandalosos, estaban parados, en las ramas más bajas de los árboles, con las plumas huecas, y la cabeza entre las alas, parecían bolas de algodón y para colmo, los árboles se desprendían de sus hojas secas.
A mediodía, cuando regresé a casa salió, tímido, el sol y la tarde se volvió noche en un suspiro, el calor del hogar apetecía como nunca, fuera hacía frio y al anochecer, comenzó a llover lenta y plácidamente, Tania, mi perra, se enroscó en mis pies, al calor de la estufa y me miró, inteligente, pidiendo una explicación, le hice una caricia y comenté, como si me entendiera, -llegó el Otoño.  



Moisés Coronado, Marzo de 2015.

viernes, 10 de abril de 2015

TAL VEZ MEJOR ASÍpor CARMEN COBLES

TAL VEZ MEJOR ASÍ

El día había amanecido esplendido, se percibía en el ambiente que estrenábamos primavera.
En los atardeceres de esta época del año, el paseo por la orilla de la playa es una verdadera delicia, el sentir como se hunden mis pies en la arena cuando camino sobre ella, y respirar el aire limpio que arrastra la brisa del mar. Esto es un regalo de la naturaleza que no debemos dejar pasar de largo, y un verdadero privilegio para los que lo podemos disfrutar. Soy una enamorada de las cosas sencillas, y me dejo llevar de mis impulsos, dejando volar mi imaginación, sintiéndome Alicia en el País de las Maravillas, olvidándome por completo de lo que pasa en mi entorno.
En uno de esos paseos, conocí  a Alfredo. Nuestras miradas se cruzaron con la rapidez de ráfaga de viento. Fue cuestión de segundos, no hizo falta más tiempo, ni pronunciar palabra alguna, solo una sonrisa, un gesto eso fue suficiente.
¿Qué pasó en ese instante? ¿Fue San Valentín? No este no tuvo nada que ver en esto. ¿Quizás fue Cupido y sus envenenadas fechas? ¿O, simplemente fue el paseo  por la playa y el embrujo que encierran estas tardes primaverales.
Fue bonito, bien digo, fue.
Un sueño desvanecido que se esfumo con las primeras luces del alba, y desapareció con la misma rapidez que vino.
Una ráfaga de amor en una noche mágica de primavera, que marcó nuestras vidas.
Tal vez fue mejor así.
Carmen Cobles
12/03/2015

LA LLEGADA DEL OTOÑO por CARMEN COBLES

LA LLEGADA DEL OTOÑO

De repente sentí, como la soledad
se filtraba en mi interior como una
ráfaga de viento, atravesando mi cuerpo
sacudiendo mis cimientos, dejándolos
al desnudo y mis raíces, al descubierto.

Mi cerebro daba vueltas tratando  de
recomponer aquel destrozo ecológico,
colocando cada pieza en su sitio;
Pero nunca llegué a conseguirlo.

Mirándome  al espejo, me pregunté.
¿Qué ha sido de aquellos días felices
que pasaba junto a mis seres queridos?
¿Qué ha sido del canto de las golondrinas
despertándome al despuntar la mañana?
¿Qué ha sido del murmullo de los niños,
rompiendo el silencio de mi hogar
con sus travesuras?

El otoño ha llegado como un tsunami
arrasando todo y dejando  mi alma
en silencio.
Miro tras los cristales y todo está en calma.
Antonia, preguntó a mi cuidadora:
“¿Seguro que por aquí no ha pasado un Ángel?

Carmen Cobles
25/03/2015

jueves, 2 de abril de 2015


OTOÑO

El otoño es un señor
con blusa y calzones largos;
días cortos por sombrero
y estrellas para colgarlos.

El otoño es don Quijote,
soltándose de la mano
de un verano que se fue
donde vuelvan a inventarlo.

Tristeza de un verso ajado
con grilletes de cautivo,
acuarelas de nostalgia
para otro sueño perdido.

(Luis)

QUÉ PUEDE HACER UN POETA CON LAS PALABRAS...

        En función de la mentalidad y el sentimiento que éste pueda albergar sobre ellas, muchísimas cosas. Tratarlas con auténtico cariño y devoción, vivir pendiente a todas horas de que no les falte nada, escribirlas y leerlas al borde del paroxismo más profundo; después de duchadas y bien compuestas, llevarlas al parque, invitarlas a desayunar en el bar de la esquina, piropearlas continuamente diciéndoles que no se ven por ninguna parte palabras tan bien hechas como ellas, prometerles hacer un bonito viaje el fin de semana y consentirles a cualquier hora, todos aquellos caprichos que se les ocurran por extravagantes que parezcan; que corran, que salten, que rueden, que canten, que lloren, que moren, que doren, que suenen, que atruenen. Llevado de esta paranoia "su poeta", rendido, no querrá oír, ni hablar, ni conocer, ni jugar con otro supuesto lingüístico, embobado hasta las cachas por el dominio y el embrujo que las palabras empleadas a diario, ejercen sobre él. Sin embargo, algún que otro poeta mantiene la necesidad de ofender abiertamente a la poesía y por ende a toda palabra, a riesgo de que no siendo así ambas morirán. A la vista de esto, no parece conveniente por tanto, tratarlas con demasiado mimo; nada de pasearlas tampoco a la luz de la luna, ni en románticos atardeceres embriagándose de fresca brisa al amparo rumoroso de las olas. Nada de caramelos, ni de chuches, nada de extravagancias caprichosas; ¡ah! y nada de comprarles ropa de boutique. Disciplina. Rigurosidad. Resentimiento. Mordacidad. Búsqueda inagotable de los tres pies. A las palabras no hay que dejarlas que te dominen, se te suben a caballo y ya no hay forma de que puedas vivir en paz. Y cuando alguna de ellas, más revoltosa si cabe que las otras, se ponga imposible, nada de condescendencias ni de ponerse nervioso: denuncia inmediata al diccionario, que éste resuelva, y que impere la ley. Es la única manera de conseguir ser un buen poeta, sin morir en el intento.

(Luis)