LA LLEGADA DEL OTOÑO
De repente sentí, como la soledad
se filtraba en mi interior como una
ráfaga de viento, atravesando mi cuerpo
sacudiendo mis cimientos, dejándolos
al desnudo y mis raíces, al descubierto.
Mi cerebro daba vueltas tratando de
recomponer aquel destrozo ecológico,
colocando cada pieza en su sitio;
Pero nunca llegué a conseguirlo.
Mirándome al espejo, me pregunté.
¿Qué ha sido de aquellos días felices
que pasaba junto a mis seres queridos?
¿Qué ha sido del canto de las golondrinas
despertándome al despuntar la mañana?
¿Qué ha sido del murmullo de los niños,
rompiendo el silencio de mi hogar
con sus travesuras?
El otoño ha llegado como un tsunami
arrasando todo y dejando mi alma
en silencio.
Miro tras los cristales y todo está en calma.
Antonia, preguntó a mi cuidadora:
“¿Seguro que por aquí no ha pasado un Ángel?
Carmen Cobles
25/03/2015
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