Nos entramos en esta colmena fantástica los zánganos, y de nuestras deliciosas montas con la Abeja Reina nacen estos pollos, pobrecitos habladores.
sábado, 24 de octubre de 2015
LAS CUATRO DE LA MAÑANA
las cuatro de la mañana...
quién lo había de decir
que no pudiera dormir
por este calor que ahoga
de un agosto que está en boga
¡menuda la papeleta!
irme a versar en porreta...
y les voy a confesar
(por si van a preguntar)
que esto lo cuento desnudo
y aún a riesgo de estornudo
así les digo que escribo,
sudoroso y a lo vivo
queda claro lo que digo
y a dios pongo por testigo
que nunca huevos al aire
mostraron mayor donaire...
y si quieren más saber
aquí les dejo dos notas:
nunca estuvo nada mal
hacer versos a raudal,
por la noche, y en pelotas.
(Luis)
EL CAQUI DE CUCA
porque Cuca tiene un caqui
que le gusta mucho a Coca
Coca nunca avisa a Paqui
que por el caqui va loca,
y aún volviendo loca a Paqui
el caqui que gusta a Coca
sin caqui se queda Paqui
con que endulzarse la boca,
cuánto sufrir por un caqui
caqui que a Paqui sofoca
si el caqui quisiera a Paqui
que Paqui pase de Coca
¡tanta competencia apoca!
mucho, mucho, Coca y Paqui
y al caqui, ni se le toca.
(Luis)
martes, 20 de octubre de 2015
Diana y el cangrejito, por Moisés.
¡Yayo, Yayo!, salió gritando Diana del colegio, -me he
encontrado un cangrejito, dentro de una clóchina- , -pero, ¿cómo puede ser? Si
aquí, en el colegio, no hay clóchinas, ni cangrejos-, contestó su abuelo, que
había ido a recogerla,-sí que hay-, dijo de nuevo Diana, cargada de razones…,
el abuelo, con la niña cogida de la mano y siguiéndole la corriente le dijo, -bueeeno, pues dime donde los has
encontrado-, sin dejarle terminar la frase, le dijo.-en la fideguá…, he ido a
comerme la clóchina y estaba dentro…, era muy chiquitín y tenía los ojos así-,
señalaba con los puños cerrados sobre su cabeza,- y los tenia cerrados…, porque
estaba durmiendo…, he chupado sus patitas para limpiarlo y se lo he enseñado a
mis compañeros…, estábamos todos muy contentos y gritábamos de alegría…, pero ha
venido mi profe y me ha dicho que lo dejara al lado de mi plato hasta que
terminara de comer…, luego salimos al patio y en el jardín, le hemos hecho una
cama para que esperara a su mamá, que estaría buscándolo-, el abuelo la cogió
en brazos, la miró y le dijo- yo creo que su mamá ya lo habrá encontrado, además
estará muy agradecida con todos vosotros, por haberlo dejado en la cama y se lo
llevará a la playa, para que se reúna con todos sus hermanitos-, Diana miró a
su abuelo y soltándose del abrazo le dijo-yayo, que ya tengo 6 años y no me
tienes que llevar en brazos, porque se reirán mis compañeros- el abuelo la dejó
en el suelo y riéndose calladamente, siguieron caminando……
Moisés Coronado, Octubre de 2015
Vendo palabras en el rastro, por Moisés.
El puesto de venta es pequeño, discreto, no quiero
llamar la atención, apenas una pequeña mesa con algunos folios y varias plumas,
dos estanterías detrás de la silla, en ellas tengo varios departamentos, en los
que pongo tablillas, anunciando el tema al que se refieren las palabras:
Hermosas, delicadas, de amor, de esperanza, de celos,
de venganza, feas, arbitrarias, insultantes, de desengaño….etc.
En la parte frontal, a la derecha, está el cartel, un
metro de ancho por todo lo que tiene la parada de alto, un poco chabacano, pero
el más efectivo para llamar a la gente.
En la parte superior, del cartel, está el nombre del
negocio, en letras mayúsculas, “PALABRERÍA”, a continuación un poco más abajo,
he puesto toda la retahíla, que sigue, con texto gótico y dice así:
Se cambian, compran, venden, alquilan y reparan toda
clase de palabras, nuevas y usadas.
Si tiene algún problema de comunicación, le invento
las palabras.
Si se le hacen viejas de tanto usarlas, las reparo y
las dejo actuales.
Si algunas no se pueden reparar, las cambio por otras
nuevas, con brillo propio.
Si necesita palabras para alguna celebración o para
ocasiones aisladas, se las alquilo, pero tendrá que dejar en depósito, otro
grupo de palabras diferentes, de las que se lleva alquiladas.
Si no encuentra lo que busca, por favor pregunte,
tengo soluciones para todo.
Los acentos, diéresis y signos de puntuación, se
regalan por la compra de más de diez palabras.
Hay descuentos hasta del 50%, para los que, a cambio,
traigan palabras inéditas.
Precios razonables. (Esto último con un tamaño mayor
de letra que el resto del cartel).
La verdad es que no me puedo quejar, empecé un poco
tambaleante, pero cuando la gente me fue conociendo, viendo la calidad de las
palabras que vendía y la confianza que les daba, llegaron a desbordarme, pero
ahora todo ha vuelto a la normalidad, tengo más experiencia y mis clientes, se
han colmado de paciencia.
Veo el futuro lleno de esperanza, porque comienzan a
entender el significado de tener en su casa, enmarcada, una palabra única,
inimitable y saben que en el futuro, estas palabras, tendrán mucho más valor.
Moisés Coronado, Mayo de
2015.
Los besos, por Moisés.
Mirar tan
linda boca
gozando lo
que pueden ser tus besos
mis
sentimientos tienes tan presos
que mi
sufrir provoca.
Besos,
ilusionados
unos,
robados, henchidos de pasión
otros,
locos, que me usurpan la razón
todos,
enamorados.
Moisés Coronado, Mayo de 2015.
Lo que sobra de este mundo, por Moises.
Comentaban dos amigos,
en la esquina el matadero,
que bien viviríamos, Manolo,
si no existiera el dinero.
Ni bancos, ni consejeros,
ni amos, ni esclavos habría,
explicaba el buen Antonio
con mucha sabiduría.
¡¡ Cambio papas por
sardinas!!
¿recuerdas?........, el
mercado como antaño,
¡¡huevos por zapatillas!!
Boceaba el labrador, a la
busca de un apaño.
Fruto de nuestro trabajo,
comeríamos lo que hubiera,
pues no habría ni arriba, ni
abajo,
ni cosa que lo impidiera.
La visita al medico
pagaríamos,
comentaba Manolillo,
con una docena de huevos
o dos botes de membrillo.
Decía, a su amigo Antonio,
que el cura trabajaría,
ya que plegarias y oraciones,
nadie las comería.
Consultaron el reloj,
el tiempo deprisa pasa
y dijeron los amigos,
nos tenemos que ir a casa.
De vuelta camino a casa
abordaron la cuestión,
prohibir el dinero en el
mundo,
es la mejor solución.
Moisés Coronado, Mayo de 2015.
El libro de Sergio, por Moisés.
Mario lo tenía claro, en la dirección que le habían dado,
vivía un niño de ocho años, un poco conflictivo, según comentaban algunos
compañeros, su misión consistía en cuidarlo y entretenerlo, tarea a la que
estaba acostumbrado, hasta que llegara su madre, del trabajo, al terminar la
tarde.
La sorpresa se la llevó cuando, al tomar el relevo, su
compañero le presentó al niño, y vio que era ciego, (me lo tenían que haber
dicho, pensó), todos los juegos que llevaba preparados, no valían, eran para
niños inquietos, traviesos, revoltosos, pero no ciegos…, reaccionó rápidamente
y saludó, con un apretón de manos, a Sergio, pues así se llamaba el niño, este
le pidió que se aproximara, para tocarle la cara, quería saber cómo era su
rostro, sus ojos, su pelo, su boca…, una vez examinado, le preguntó si sabía
contar cuentos y Mario le dijo – claro que sí, tengo un libro en el que hay un
montón y si quieres nos pasamos toda la tarde leyendo cuentos-.
Sergio, estaba desconcertado, puso cara de circunstancias y
le preguntó -¿qué es un libro? y ¿qué es eso de leer cuentos?, normalmente me
los cuentan-, Mario se quedó sorprendido, pero le aclaró,- un libro es un
conjunto de hojas de papel, unidas por el borde, en las que hay escritos unos
símbolos que se llaman letras y unidas forman palabras, estas últimas son las
que se interpretan y te cuentan la historia-, aturdido y un poco enfadado,
lanzó otra serie de atropelladas preguntas, ¿Qué eran hojas de papel, que era
escribir, que eran letras? y las palabras, ¿cómo se podían unir las letras,
para formar palabras?.
Mario no sabía que contestarle y mientras trataba de
encontrar una respuesta, sacó el libro de la mochila y se lo dio, Sergio
comenzó a darle vueltas y cuando lo hubo tocado por los bordes, por las
esquinas, por las tapas, por las hojas abiertas, por todos los lados, dijo,- la
forma del libro, la tengo clara, pero, no he tocado ni letras, ni palabras, ni
historias-, entonces dijo Mario,-vamos a escribir-, le cogió la mano y muy
despacio, con mucha delicadeza, fue trazando, en el aire, algunas letras y le
iba diciendo como se llamaban, para que las conociera, le explicó que juntándolas,
se hacían palabras, Sergio estaba encantado, incluso se atrevió a trazar alguna
letra él solo, le pidió que le enseñara a leer, Mario, le contó la historia de
las letras y las palabras y cuando terminó, le prometió, que el próximo día le
traería un libro, escrito expresamente para personas ciegas, como el, donde las
letras se ponen con puntitos sobresalientes, y se leen con los dedos, se llama
el sistema de lectura “braille”, -si lo aprendes, no te hará falta nadie y podrás
leer tus propios cuentos-, le dijo.
Cuando llegó su madre, Sergio se lanzó sobre ella alborozado,
agarrado al cuello y casi gritando, le dijo –mamá, mamá, Mario me ha enseñado
lo que es un libro y me va a enseñar a leer y me ha prometido que me va a traer
uno, para que pueda contarme cuentos yo solo-, su madre, miró a Mario,
incrédula y con la voz entrecortada, le dio las gracias…, hacía mucho tiempo
que no veía a Sergio tan entusiasmado.
Moisés Coronado, Mayo de 2015.
C.H.E.P. (Carrera hacia el poder) por Moisés.
En la A.N.D.C.M. (Asociación Nacional de chistes malos),
podía entrar cualquiera, yo no lo sabía, pero mi amigo Manolo me lo dijo y
enseguida me apunté, yo pertenecía a una asociación de mi pueblo el C.S.C.C.M.
(Club Social de contadores de chistes malos), pero en esta asociación no había
futuro, pues cada día tenía menos socios.
En la A.N.D.C.M. cabía la posibilidad de que algún día
cogieran un chiste mío y me
promocionaran para concursar en el C.I.S.D.C.M. (Concurso internacional social
de chistes malos), aunque no consiguiera ningún premio, el mero hecho de
participar, te promocionaba para poder entrar en política y presentarte a las
próximas elecciones con el P.U.P.D.C.M. (Partido unificado para la defensa de
los chistes malos), si sacaba algún escaño, me conocería mucha más gente y de
esa forma me ficharían para la televisión en la C.I.P.C.M. (Cadena
independiente para el desarrollo de chistes malos), me verían en mi pueblo y
con un poco de suerte, podría llegar a ser alcalde, con el consiguiente
beneficio social y sobre todo económico, los del C.S.C.C.B. (Club Social de
contadores de chistes buenos), me envidiarían y Pepita, por fin se fijaría en
mí, pero por encima de todo, formaría mi propio partido, el F.R.N.C. (Frente
revolucionario nacional chistoso), en el que podrían entrar todos los
contadores de chistes buenos y malos, en las siguientes elecciones, seguro que
barríamos y yo, podría presentar mi candidatura para ser presidente de la N.M.C.D.E.
(Nación más chistosa de Europa).
Moisés Coronado, Abril de 2015.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)