Nos entramos en esta colmena fantástica los zánganos, y de nuestras deliciosas montas con la Abeja Reina nacen estos pollos, pobrecitos habladores.
viernes, 19 de diciembre de 2014
DIECISÉIS MANERAS O MÁS DE ARRULLAR A UN PERRO BLANCO
Sentándose a horcajadas sobre el viento,
mirando distraído a las estrellas,
moviendo el río hacia el amor una mañana,
oyendo música sujetándose a una reja,
paseando por África con la mano en los bolsillos,
ir besando palomas hasta herirte los ojos,
presumiendo de mandarín por una tarde,
desoyendo la llamada de los lirios,
haciendo capitular a los elefantes,
no temiendo jamás a las tormentas,
acercándose hasta el circo por tocar una trompeta,
cerrando el grifo acompañado de un hindú,
dejando al perro que lea tus poemas,
vistiendo de escocés las amapolas,
troceando un vals y cien merengues,
sintiendo finalmente que todo esto, es una broma;
y atolondrado, por contento,
verter un zumo de ciruelas
en el cogote de un sargento.
(Luis)
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