A Leonor le encanta mirar las
estrellas, le gusta mirar el cielo al atardecer, ver cómo sale la Luna y sobre
todo, localizar la estrella Polar ,
descubrir la Osa Mayor y la Osa Menor…..en resumidas cuentas, le gusta
la Astronomía.
Hoy, después de comer, su madre le ha
dicho,-échate un rato a la siesta, porque luego iremos a merendar a casa de la
tía Alejandra-, Leonor obedece inmediatamente, su tía Alejandra tiene un telescopio
y está segura que se quedará enganchada a él y se les hará tarde, se echa
vestida encima de la cama y en la “Tablet” de su padre, observa el firmamento,
con una aplicación que le instaló hace tiempo.
De pronto se enciende la habitación
con una luz cegadora, de la que sale Hermes, el mensajero de los Dioses, viene
montado en Pegaso, el caballo alado, Leonor está asustada, no sale de su
asombro, pero Hermes tranquilizándola le
dice, -Zeus tiene una merienda preparada en el Cielo, a la que estás invitada
-, Leonor no se lo piensa y acercándose a la luz, de un salto, se sube a la
grupa de Pegaso, y se agarra bien a
Hermes, entonces, de repente, comienza una ascensión vertiginosa y en cuestión de segundos están en el cielo.
Encima de espesas nubes, hay
preparada una mesa infinita, en la que están sentados, esperándoles, Zeus Dios
del Cielo, Hera la mujer de Zeus y Reina de los Dioses, Atenea la hija de Zeus y Diosa de la sabiduría,
Apolo hijo de Zeus y Dios del Sol, Selene Diosa de la luna y así una infinidad
de invitados.
La mesa está llena de platos y
viandas, que Leonor nunca se hubiera imaginado que pudieran existir, por
ejemplo , hay sopa de estrellas, constelaciones cocinadas de diferentes
maneras, así , mientras Orión está hecha a la parrilla, Escorpio está muy frita,
para que cruja entre los dientes, los planetas los tienen asados al horno, como si fueran patatas,
adornados con lluvia de estrellas, la
Vía láctea la han puesto a modo de salsa, para beber, agua de lluvia,
hay unas fuentes en las que unas diminutas nubes, gotean constantemente, al
lado se ven varios recipientes con bolitas de granizo y nieve en polvo para
adornar los postres, a destacar, rebanadas de Sol y Luna, y supernovas con unos
colores brillantísimos y así hasta donde
no alcanza la imaginación ni la vista.
Zeus le dice,- Leonor, siéntate entre
Atenea y Apolo, mis hijos, y empieza a comer lo que más te apetezca, hoy nos
vamos a merendar el Universo-, Leonor mira a su alrededor y ve como Apolo y Selene han comenzado a
devorar rebanadas de Sol y de Luna, Hermes está dando cuenta de la constelación
de Leo, que está hecha a la vinagreta, Leonor, presa del pánico, quiere decir
algo pero no le salen las palabras, resignada , se acerca el plato de sopa de
estrellas y cuando va a comerse la primera cucharada, oye una voz a lo lejos
que la llama, Leonooor, Leonooor…despierta, que nos vamos a casa de la tía Alejandra, Leonor se despierta
sobresaltada, desorientada, sin saber muy bien donde está, cuando rápidamente
recupera el ánimo, loca de contento, se abraza a su madre y le dice,- vámonos a
merendar a casa de la tía Alejandra…..
Moisés Coronado
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