Mamadou, se sorprendió y abriendo mucho los ojos exclamó!!Que
jirafas más raras hay aquí y que fuerza tienen!! levantan troncos enormes para
meterlos en los barcos, Braima, su padre, le dijo que aquello eran grúas y que
igual levantaban troncos que otras cosas más pesadas y las manejaban los
hombres .
Mamadou, nunca había salido de su aldea en Guinea Bissau, su
padre que trabaja en un barco maderero, le prometió que, cuando cumpliera 10
años, lo montaría en el barco, para que conociera otros países y ahora después
de 14 días de navegación, por fin podían bajar a tierra.
Mamadou, no llegaba a comprender, porqué su padre le había
puesto esas telas alrededor del cuerpo y esas cosas en los pies, para no tocar
el suelo, con lo incomodas que eran. Cuando pisó tierra firme, después de la
sorpresa de las “jirafas”, vio que todos iban con esas telas alrededor del
cuerpo y las cosas en los pies, que su padre le dijo que se llamaban zapatos.
Mamadou, estaba acobardado con el ruido que había en la
ciudad y le daban pánico, por lo rápido que iban, las carretas que andaban sin
que ningún búfalo tirara de ellas, también le preguntó a su padre, ¿que son
esas montañas cuadradas, llenas de agujeros?, cuando, Braima, le dijo, que en
esas montañas cuadradas era donde vivía la gente de la ciudad, Mamadou, comenzó
a reírse y no había quien lo callara.
Mamadou, estaba desbordado, se preguntaba por qué había tan
pocos árboles y le sorprendía que los niños no jugaran en ellos, como era
natural; tenían otras cosas por las que trepaban y otras por las que se
tiraban, como cuando el rio de la aldea trae poca agua y nos deslizamos por la
cascada, pero ellos sin agua, claro está, le preguntó a su padre que para que
servían esos palos, con colores, que estaban puestos en la calle y Braima trato
de explicarle lo mejor que pudo, que era para regular el paso de las carretas
endemoniadas.
Mamadou, cogido de la
mano de Braima, siguió andando y vio cómo, su padre se acercó a una cueva, se
metió dentro y cuando salió, le dio un palo con una cosa fría en la punta, que
estaba muy buena y saboreándola se quedó callado y siguió con sus pensamientos …..
Moisés Coronado
No hay comentarios:
Publicar un comentario