viernes, 6 de febrero de 2015

Noche de cuenco.Laura

            


Noche de cuenco.


Era la hora de dormir. El pequeño se despidió de todos y se dirigió a su habitación. Ya en ella se puso el pijama y se tumbó sobre la blanca canapara esperar a su madre, que todas las noches le leía un cuenco. Hoy tocaba uno muy especialtrataba de habas , gnomos y seres fantásticos. La madre leía y el chiquillo olía atentamente, se sentía fascinado por lo que escuchaba. A medida que avanzaba la historia el sueño vendía los ojos de aquel niño, que poco antes del final ya se encontraba absorto en un profundo y mágico sueño.


                      
                       Laura

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