lunes, 16 de marzo de 2015

Con estudio e ilusión un futuro mejor. Laura Curbelo.



En un Ecuador interior, justo allí dónde río y campo son testigos fieles de la vida en Cooperativa Zaracay Nº 1, ella, la mayor de ocho hermanos, llegaba en brazos de un febrero acalorado.
Tuvo una infancia de sacrificio, risas y labranza y a la educación apenas pudo saborearla. Si bien fue al colegio desde los cinco hasta los doce años, cómo primogénita debía ayudar a su madre en las tareas del campo, cosa que le impedía asistir a clase en el horario completo. Si por la mañana había que ordeñar vacas...su entrada a clase se retrasaba, si de llevarle la comida a los peones se trataba, entonces la salida del aula se anticipaba.
Terminada la etapa escolar quiso seguir estudiando pero su padre se negó. Y en lugar de aumentar su educación, los trabajos y responsabilidades en su familia aumentaban. Su adolescencia  fue abruptamente truncada por una mala sombra, que con diecisiete años la llevó a ser madre sin ella entenderlo. Pasados dos años, se fue a trabajar de interna para cuidar a una anciana , y salió da ahí casada, para empezar una nueva etapa. Estaba convencida que su vida mejoraría en aquella ciudad ;Milagro.
Llegó la vida en pareja , los hijos ,los malos tragos. Vivir por el camino que su  marido le iba marcando, sin poder salir de ese marco. Entonces, una tímida brisa de cambio iluminó su cara, porque aquel sueño de niña, de volar a España se estaba concretando. Con él otra vez la esperanza de que por fin su vida mejorara. Pero la realidad no cambiaba.
Yo la conocí así,dulce y opaca, en la puerta del colegio Begoña (Puerto Sagunto), al cual iban nuestros hijos.Siempre un paso más atrás del que la acompañaba. Tímida, con una sonrisa apenas esbozada y las palabras casi contadas.Solo nos conocíamos,apenas nos saludábamos.
Pero un día Nelly despertó de su encantamiento y desde entonces me sorprende a cada paso con su voluntad y entusiasmo. Una radiante sonrisa salió un día a mi encuentro.....un punto final era el comienzo de sus nuevos trazos. Era una mujer fuerte ,decidida ,irradiaba luz y unas ganas locas de crecer .
En los cielos de la vida fue guardando su esperanza y cuando estuvo lista la cogió entre sus manos. La oportunidad de estudiar la estaba llamando y se presentó en la EPA decidida a lograrlo. Se esforzó mucho y no escatimó en trabajo. Su objetivo no era un papel que dijera: Aprobado; ella quería aprender, razonar, formarse, demostrarse a sí misma que estaba progresando.
Después de trabajar y antes de ir a clase pasaba por casa para hacer la tarea que no entendía. A medida que avanzaba la alegría la acompañaba reflejando en su cara una sonrisa emocionada. Realmente se sentía orgullosa de los frutos que cosechaba y la meta de la ESO quedó superada.
Tras un nuevo reto emprendió  la marcha pero la realidad no estaba preparada, entonces  debió aparcar su sueño de un módulo para sostener su casa. Pero estoy tranquila, yo sé que es solo una pausa…porque su ilusión se mantiene intacta.

                                                                            Laura Curbelo.

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