Ayer tuve entre mis manos una
palabra, única, ideal para mi proyecto; en una distracción, la palabra, se
escapó entre los bucles de mis pensamientos, huyó de mí….., necesito encontrar,
de nuevo, esa palabra exclusiva, consistente,
que sea el ingrediente final y me sirva para sazonar el condumio de
letras que estoy guisando en forma de poema.
En la olla he puesto toda clase de
remedios, una pizca de ingenio, un poco de imaginación, suficiente inspiración,
algo de humor, inocencia, pasión, magia, muchas lágrimas de alegría y algunas
de tristeza, viejas ilusiones y con un poco de sutileza, todas mis
esperanzas…., esta noche he soñado con ella, la he visto, era hermosa,
elegante, lujuriosa, parlanchina, he galanteado con ella, la he piropeado y
exaltándola, he conseguido convencerla para que forme parte de mi poema y le dé
el toque final.
Pero esta mañana al despertarme, no
había rastro de ella, la he vuelto a perder, sigue huyendo de mí, debo estar
atento, por si acaso el sueño fuera premonitorio.
Moisés
Coronado, Febrero de 2015.
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