OTOÑO
La claridad, el brillo
y el resplandor se rinden
ante el velo amarillo
que sobre ellos se deliza
como muestra de respeto
ante
la desnudez total
de
los árboles heridos.
Miles
de cientos de ojos
se
impregnan melancólicos
de
un marrón silencio
que
lo inunda todo.
El
verano indiferente
en
bandadas de colores
hacia
otros rincones
su
vuelo emprendió fuerte.
Pero
se ha olvidado
de
llevar consigo
los
campos de girasoles
de
maíz y de trigo.
El
viento sopla fresco,
el
día ya no madruga
pero
se siente avejentado
y
a la cama vuelve temprano.
En
un trajín constante
los
animales se preparan
acopiando
vivéres y comiendo
para
la llegada del invierno.
LAURA
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