Nos entramos en esta colmena fantástica los zánganos, y de nuestras deliciosas montas con la Abeja Reina nacen estos pollos, pobrecitos habladores.
jueves, 26 de marzo de 2015
CON ESTUDIO E ILUSIÓN, UN FUTURO MEJOR
-¡Oooh, mamá! Yo no quiero ir a la escuela.
-¿Cómo dices, jovencito?
-¿Para qué voy a ir?
-Bueno, pues hay que ir para mucho y para todo.
-No entiendo nada. Anoche papá dijo que no encuentran trabajo personas con estudios terminados y que lo están pasando muy mal.
-Sí, sí, es cierto. Pero hay muchas más gente en la misma situación de desamparo que no tienen estudios, hijo mío. Y te aseguro, que por ello, serán los últimos en que sus vidas mejoren.
-Mira, lo que te voy a explicar para que comprendas lo necesario que es tener estudios. Si estudias podrás trabajar en lo que elijas como tu profesión futura y además, podrías hacerlo en el puesto de cualquier persona que no los tenga. Ahora, piensa, ¿podrías sin estudios llegar a curar a alguien o reparar un vehículo?
-No, no podría hacerlo, mamá. Tendría que ser médico o mecánico.
-¿Podría un médico subir ladrillos para hacer una casa?
-Claro, claro.
-Ves, ya vemos alguna diferencia con claridad.
-Y, te diré más: No hay nada más importante en este mundo que ir atesorando enseñanzas. Unas te las ofrecen en la escuela, otras se van recogiendo pasito a pasito por el camino que recorremos.
-Um, um, um.
-Dime, hijo. Si yo te dijera quédate en casa, no estudies. Qué sentirías.
-Ah, mamá, yo no quiero quedarme sin ir al colegio para siempre, ni tampoco dejar de ir muchos días.
-Sí, ¿por qué?
-Si pierdo mucho me quedaré retrasado en las tareas, no podré pasar al curso siguiente y mis compañeros serán otros.
-Tu solito lo has dicho. Por no perseverar en un presente con tus objetivos, tu mañana puede quedar en desventaja forzosamente. Si lo cumples podrás elegir entre estar con tus compañeros de curso o con cualquier otro.
-Entonces, ¿los que no estudian no son felices, no pueden elegir?
-Cariño, la felicidad es, siempre, un estado de ánimo y nada tiene que ver con obtener una formación universitaria. Infinidad de veces no se puede elegir por la situación económica u otras circunstancias familiares o sociales. Quizás por errores de la juventud. Pero eso no impide que se sea felicísimo. La felicidad es saber vivir.
-Mamá, ¿si sigo con buenas notas conseguiré ser médico, mecánico o profesor?
-Jejeje. ¡Lo conseguirás! Tú imagina cada día que estás en clase o estudiando ante un libro, que estás sembrando una semilla en un gran campo. Y, que cuando germinen podrás obtener lo cultivado. Seguro que será un hermoso vergel de donde podrás elegir bellas flores y formar un armonioso jarrón. Sintiendo, además, la satisfacción de que son el fruto de la tesón e ilusión que tuviste por un futuro mejor.
CARmEN DE la Torre
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