Tal vez mejor así, pero no:
mi lápiz dolorido se ha
desviado
a escribir lo que en estos
momento siento.
No puedo escribir como él
escribía,
pero vamos a soñar y a
volar,
y a escuchar los que él nos
leía
una tarde y otra tarde,
no se cansaba nunca.
Sus escritos eran largos
pero muy buenos.
Sus compañeros lo
escuchábamos,
pero una en especial.
Yo creo que él escribía para
ella.
Amparo
Gómez Calvo 22-03-2015
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