jueves, 22 de enero de 2015

José Pérez Zamora. Género: fábula



          Nací entre corderos y lobos. Los primeros me arrullaban en su pesebre, los segundos me acechaban con sus aullidos y garras.
          Empecé a caminar como los burros, obedeciendo a base de palo y con la misma paciencia que ellos. Me caí de uno y aprendí que el sufrimiento se combate  luchando y tirando del peso que te ponen hasta librarte de él. Las quejas no sirven. Primera lección , no la olvidaré nunca.
          Crecí como las tortugas,  disimulando todo lo que podía ,   moviendo el cuerpo y la  cabeza como ellas , observando todo lo que a mi alrededor pasaba y escondiéndola para que no te pegaran. En aquella época hasta los maestros pegaban,…….. a los que pegaban.
          Pasé mi juventud cabalgando en caballos sin sillas. A veces detrás de ellos, cuidando mucho que no te dieran una coz. Hasta que un perrito caniche blanco, muy poquita cosa, pero haciendo uso de su inteligencia, se puso delante de los desbocados caballos y los paró.
          Mi vida ha transcurrido cogido a la correa de ese perrito blanco del cual aprendí a compartir, exigir, respetar y ladrar.
          Se murió el perrito fuerte, duro, astuto, cariñoso ( no con todos ) y fiel.
          Ahora camino a la velocidad de otra tortuga buscando la tranquilidad que ellas tienen, cuando se encuentran protegidas en busca de su aletargamiento.
          Agradecimiento a Yuti, al burro de mi amigo Jesús, a Luko y Yuti dos

                              José pérez Zamora. 16 enero de 2015 


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