Desperté en
la madrugada
de mi oscura
habitación.
Donde la paz
y el silencio
reinaban en
su interior.
Dando
vueltas en la cama
y sin ni ojo
poder pegar.
fui en busca
de Morfeo
Sin poderlo
encontrar.
Abrazado
a mi almohada
amiga y fiel
consejera,
compañera de
mis sueños
y cómplice
de mis desvelos.
Decido a
preguntarle
lo que a mi
mente le inquieta
y tiene
perturbada mi alma.
Me ha venido
a visitar
mi
enemigo el desempleo.
No sé ni por
cuánto tiempo
me querrá
acompañar.
pero él sabe
ya de sobras
que tan solo
su presencia
me
genera malestar.
Amiga mía
Almohada
quizás
puedas responder
esta
incierta pregunta
que no logro
resolver.
¿Y ahora
qué?...
y ella como siempre
contesto
rápidamente
ahora que
por desgracia
tu tiempo se
convirtió en excedente.
Mientras
busques y no encuentres.
Gestiona
todo tu tiempo
y mantén
ocupada tu mente.
Que
sabiduría la suya
que amiga
sin igual
que en
difíciles momentos
siempre está
dispuesta para ayudar.
Como siempre
y sin dudarlo
he seguido
sus consejos .
valiente y
con paso firme
hay que
mirar hacia el frente
y seguir
para adelante.
ya que en la
vida la meta
siempre se
encuentra al final
que es
cuando das tu último aliento
y dejas de
respirar.
Tengo
prohibido el rendirme
mi camino es
avanzar
en busca de
un nuevo horizonte.
que me dé
estabilidad.
y
devuelva nuevamente
esa deseada
paz.
MANUEL
MÉNDEZ
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