El tiempo,
imperceptible,
se derrama
en mi soledad,
trato de
beberlo en la palma de mi mano,
sorbo a
sorbo, lentamente,
se desliza
entre mis dedos,
quiero
atraparlo de nuevo,
pero se
vuelve a escapar.
Desde mi
reducto de soledad
quiero detener
el tiempo,
no lo
consigo, por más que lo intento….
levanto la
vista y me encuentro su mirada,
me sumerjo
en sus ojos, me baño en sus pupilas,
parece
detenerse….., comienzo a saborearlo…..
Pura fantasía,
el tiempo
pasa inexorablemente,
fue tanto el
que se fue con el día,
que
permanece en mi memoria….., desde
siempre.
Moisés Coronado, Diciembre de 2014
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