jueves, 15 de enero de 2015

¿QUÉ SE ME HA IDO EN ESTE DÍA?

Es bueno recordar lo que se me ha ido en el día; porque esos pensamientos ejercitan la memoria y evitan que esta se oxide.
A continuación transcribo algunas de mis meditaciones diarias:
Sonidos silenciosos que palpan los colores sangrientos del atardecer.
El murmullo de las flores que, con sus pétalos dominicales, proporcionan aromas visibles ajenos a guerras santas.
Horas jubiladas y minutos cansados dejan segundos desmayados en la lúgubre noche de los sueños.
Preguntas de la vida aparcadas en los interrogantes del subconsciente, esperando las repuestas de sabios diligentes.
Creencias dormidas que despiertan vivos pigmentos para excitar conciencias de las confesiones inútiles.
También se me ha ido el Tiempo, ese medidor invisible, que ya es pasado,  que nunca para, que siempre está y no ocupa lugar en el espacio. Me pregunto si lo he aprovechado o lo he desperdiciado. Porque el Tiempo es un fugitivo del presente que no vuelve más.
Al final pasa el tiempo llega la noche y me duermo. Mañana será otro día.

Antonio Cebrián Gil, 12-01-2015


1 comentario:

  1. Resume tu vida empleando figuras de animales :
    para representar las diferentes etapas.

    Nací entre corderos y lobos. Los primeros me arrullaban en su pesebre, los segundos me acechaban con sus aullidos y garras.
    Empecé a caminar como los burros, obedeciendo a base de palo y con la misma paciencia que ellos. Me caí de uno y aprendí que el sufrimiento se combate luchando y tirando del peso que te ponen hasta librarte de él. Las quejas no sirven. Primera lección , no la olvidaré nunca.
    Crecí como las tortugas, disimulando todo lo que podía , moviendo el cuerpo y la cabeza como ellas , observando todo lo que a mi alrededor pasaba y escondiéndola para que no te pegaran. En aquella época hasta los maestros pegaban,…….. a los que pegaban.
    Pasé mi juventud cabalgando en caballos sin sillas. A veces detrás de ellos, cuidando mucho que no te dieran una coz. Hasta que un perrito caniche blanco, muy poquita cosa, pero haciendo uso de su inteligencia, se puso delante de los desbocados caballos y los paró.
    Mi vida ha transcurrido cogido a la correa de ese perrito blanco del cual aprendí a compartir, exigir, respetar y ladrar.
    Se murió el perrito fuerte, duro, astuto, cariñoso ( no con todos ) y fiel.
    Ahora camino a la velocidad de otra tortuga buscando la tranquilidad que ellas tienen, cuando se encuentran protegidas en busca de su aletargamiento.
    Agradecimiento a Yuti, al burro de mi amigo Jesús, a Luko y Yuti dos

    José pérez Zamora. 16 enero de 2015

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