jueves, 29 de enero de 2015

ROSTROS QUE HABLAN

El gesto impasible
de una mujer, la mujer  de enfrente.
Sin  ni siquiera mirarme
me contó cuanto le pasaba

ROSTROS QUE HABLAN


Desconozco a la  mujer,
sombra del dolor tallada.
En su gesto enmudecido
surge una furtiva lágrima,
lame  el humo de la hoguera
furiosa  bajo  su entraña,
negro era el vapor, negro,
como el luto que llevaba.

  Su  amargura se difunde,
 gime  el viento enajenado.
 Le despojan de  su amor,
  sangre fría,  desamparo. 
 Se me estremece la piel,
mis ojos huyen en llanto
al arroparla su hijo,
con  emocionante abrazo.

Los vacíos enmudecen
 esbozándose en el rostro,
  en la noche viste el lecho,
inventa aromas y arrojos.
 Se le duerme el nombre instado
en un eco de su soplo.
Sueña:  su talle ceñido
por quien la aguarda en reposo.


Carmen de la Torre
(Carende)

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